Fotografía de Juan Carlos Porcella
No tiene nombre
Su silueta flaca,
pero de hambre y tristeza
tiene los ojos grandes.
Su pelambre pardo está sucio
de mugre y sangre seca,
y cuando vence su miedo
y se arrima,
su rabo busca ternuras
más, mucho más
que algo de comida.
A veces tiene suerte
y alguien le da desperdicios,
a veces llueve y hace frío
y no tiene techo, nadie la cobija.
Es madre vieja de tetas caídas,
pero de hambre y tristeza
tiene los ojos grandes
y el alma perdida.
Issa Martínez